lunes, 12 de marzo de 2012

¿Qué hay entre Pinto y Valdemoro?


Hoy os voy a descubrir qué hay entre Pinto y Valdemoro. Aquí tenéis la respuesta:


Exacto, entre Pinto y Valdemoro no hay nada. Una puta carretera, las vías del tren y campos, lo dicho, nada.

Antaño se decía que les separaba un arroyo y que a un lado de éste estabas en Pinto y en el otro en Valdemoro. Además, por aquel entonces se ve que había un borracho que quiso desmentir su estado de embriaguez, así que delante de sus colegas comenzó a saltar el arroyo de un lado al otro diciendo "Ahora estoy en Pinto... ahora en Valdemoro...". En una de éstas la criatura pisa una piel de plátano, se tuerce el tobillo, ejecuta un tirabuzón y medio, le pega un trago a la botella de roncola que se había preparado, y cae al arroyo. Entonces, el más cabrón de los colegas le pregunta entre las risas de éstos “¿Y ahora dónde estás?” a lo que el bueno del borracho le dice “En un castillo entre Pinto y Valdemoro con tu puta madre”…

Esta es la versión popular que existe del dicho, pero ¿vosotros veis el arroyo por alguna parte? Yo tampoco, así que a tomar por culo.

Otra versión cuenta que el rey de por aquel entonces, uno de tantos que no pegaba ni chapa, tenía una caseja en mitad del campo entre Pinto y Valdemoro en la que se ponía ciego a comer queso y embutido. Por lo visto dicha caseja estaba revestida de ladrillo caravista, algo muy mal visto en esa época, además la cocina era de aglomerado, cosa de pobres, y por si fuera poco las paredes eran lisas, no tenían gotelé. Para ocultar tal muestra de barriobajerismo, cuando se preguntaba por el rey se respondía que estaba entre Pinto y Valdemoro sin especificar el lugar para que no descubrieran lo agarrado que era el muy cabrón. Se comenta que la ‘Cofradía del Puño’ la fundó él con el dinero de los demás…

No sé a vosotros pero a mí esta versión no me deja ni frío ni caliente, no le veo ligazón con el dicho.

Hay otras versiones en las que ya se empieza a meter el vino de la zona por medio, pero viendo como acabó el borracho, mejor las omitimos.

En fin, otro dicho carente de sentido. ¿Desilusionados? Lo siento amigos, a veces la realidad no es como nos la pintan o valdemoran, pero es lo que hay, y como tal hay que aceptarla.

Salud/os!